EL PAÍS: La entrada de la sede del Departamento de Salud, en el recinto de la Maternitat de Barcelona, ha acabado este mediodía abonada con carbón y caricaturas en forma de caganer -figurita en posición fetal, típica del belén navideño en Cataluña- del consejero del ramo, Boi Ruiz. Así se remató la concentración de cerca de un centenar de personas que se parapetaron ante las puertas del departamento para pedir la dimisión del titular de Salud y del director del Servicio Catalán de la Salud (Catsalut), Josep María Padrosa.

Los manifestantes, convocados por diversas entidades sociales en defensa de la sanidad pública, han denunciado los recortes presupuestarios que desde 2010 asuelan a hospitales y centros de atención primaria y criticaron las políticas sanitarias ejecutadas por el equipo de Boi Ruiz. "Nos preocupa la opacidad con la que están llevando a cabo las derivaciones de pacientes a centros privados, el cierre de camas, la gestión de las listas de espera, el colapso de las urgencias...No se puede normalizar lo que no es normal y tener a un paciente cinco días esperando en urgencias una cama en planta", ha explicado Trini Cuesta, portavoz de la plataforma SAP Muntanya.

Dos de los asistentes a la concentración cruzaron, coreados y aplaudidos por el resto de los manifestantes, el cordón policial que cubría la puerta principal y entregaron un escrito en las oficinas del Departamento exigiendo la dimisión de Padrosa y Boi Ruiz. La intención era también poder ser atendidos por el propio consejero, pero éste se encontraba en ese momento en la sesión de control del Parlament. "La gota que ha colmado el vaso fue enterarnos de que derivan actividad al Sagrat Cor y como este hospital ya no puede ni asumir todo lo que le enviamos, también acaba subcontratando actividad a otros centros privados", ha criticado Cuesta, en referencia a la cesión irregular de servicios de rehabilitación y logopedia que, tal y como reveló EL PAÍS, llevaron a cabo varios centros de la red pública.

Al grito de "No hay pan para tanto chorizo", los concentrados -entre los que se encontraban delegados del sindicato CGT del Hospital de Bellvitge, trabajadores de Vall d'Hebron, representantes del SAP Muntanya, asociaciones vecinales de Barcelona, iaioflautas y miembros de la Plataforma por el Derecho a la Salud, entre otros- han decidido finalizar la concentración entregando una "cesta de navidad" al consejero. Así, una hora después de iniciar la marcha, el grupo se dispersó dejando a las puertas del Departamento una guillotina de cartón, caricaturas del caganer del consejero de Salud y varias bolsas de carbón esparcidas por el suelo. "Estamos en un momento de resistencia, no podemos dejar de protestar", ha advertido Cuesta al finalizar la concentración.