Gaceta Médica: “Puedo pedir analíticas, radiografías, resonancias... pero si no soy capaz de establecer una buena comunicación con el paciente y comprende lo que le cuento y estoy atento para escuchar lo que le pasa, no solucionaremos el problema. Si lo conseguimos, el paciente estará satisfecho y necesitaré emplear menos medicación y pruebas complementarias para que se sienta bien”.
Es la visión de Fermín Quesada, coordinador nacional del Grupo-Programa de Comunicación Social y Salud de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) que esta semana ha celebrado en Córdoba la 28 edición del Congreso Comunicación y Salud.
Quesada es consciente de que la comunicación “es la tecnología esencial” en su consulta, y destaca que la importancia que se concede a este elemento en atención primaria ha aumentado en los últimos años, aunque este interés no está tan extendido en el ámbito hospitalario, en su opinión.
En este encuentro, en el que han participado profesionales sanitarios, pero también gestores, trabajadores sociales, maestros y profesionales de todo el espectro relacionado con la comunicación, se han abordado contenidos clásicos, como las habilidades para dar malas noticias o el abordaje del paciente pluripatológico o terminal, pero también la aplicación de técnicas de mindfulness o coaching tanto en el trato con los pacientes como en las dinámicas de trabajo de los profesionales, especialmente en equipos de alto rendimiento.
En un momento en el que los servicios de salud apuestan por la humanización, la comunicación es básica, remarca Quesada, para conseguir que el paciente se sienta satisfecho.