Cierre de 41 camas por goteras en Galicia

 EL PAÍS: Un total de 41 camas siguen cerradas en el hospital Meixoeiro de Vigo a causa de las goteras y filtraciones de agua, lo que está provocando serios problemas en el servicio de urgencias, según han informado fuentes sindicales. La reducción de la capacidad del centro, inaugurado en 1989, ha obligado a derivar los ingresos a otros hospitales como el Cíes, también del Sergas, o el privado Nuestra Señora de Fátima. La dirección del complejo hospitalario de Vigo (Chuvi) también ha solicitado a los médicos que agilicen las altas.


El número de camas cerradas responde a un recuento “pormenorizado” realizado por la federación de sanidad de Comisiones Obreras, aunque el Chuvi solo reconoce 36. En todo caso, el problema viene de cinco años atrás, cuando los representantes sindicales de los trabajadores denunciaron los daños estructurales del edificio, aunque se ha agravado en los últimos meses debido a la alta pluviosidad del presente invierno.

Urgencias del Meixoeiro llegó a contar el miércoles con hasta 13 pacientes pendientes de ingreso y sin cama de hospitalización. La situación se ha agravado a causa del mal tiempo de las últimas semanas, que ha provocado un incremento de los ingresos por urgencias de hasta el 30% y picos de hasta un centenar de pacientes diarios. Los profesionales del servicio han denunciado también la “saturación” del personal de enfermería, que debe dedicar una parte de su tiempo a redistribuir pacientes. Para estos se genera el problema añadido de los traslados, denuncian los sindicatos.

CC OO ha atribuido esta situación a la "irresponsabilidad" de los gestores sanitarios y se pregunta "cuántas intervenciones quirúrgicas pueden estar suspendidas" por la falta de camas y "cuánto dinero cuesta la derivación de enfermos a las empresas privadas".

Las camas cerradas suponen alrededor del 10% del total, un porcentaje mayor al de las que se clausuran en verano, cuando la actividad en el hospital disminuye considerablemente. Aunque algunas habitaciones han sido totalmente cerradas, en la mayoría solo se ha prescindido de una de las dos camas de que constan, por lo que siguen ocupadas por pacientes que padecen las humedades. La entrada principal del hospital aparece poblada de cubos para recoger las goteras, mientras que toallas y sábanas tratan de frentar las filtraciones de agua en puertas y ventanas del hospital.

El Sergas tiene pendiente de acometer una reforma integral de las fachadas que lleva varios años de retraso, y que pretendía ejecutar solo cuando entre en funcionamiento el nuevo hospital, previsto inicialmente para 2015. Mientras tanto se han realizado reparaciones puntuales, que han tenido que suspenderse en las últimas semanas a causa de la sucesión de temporales. Semanas atrás, el gerente de Gestión Integrada del Chuvi, Mario González, reconoció la "preocupación" del Sergas por las deficiencias del Meixoeiro, y avanzó que la administración ha realizado un estudio para conocer la gravedad de la situación, aunque advirtió de que no se podrían realizar obras durante el invierno.

Los daños estructurales del Meixoeiro llegaron esta semana al Parlamento de Galicia, donde PSdeG y Bloque aprovecharon del debate sobre los servicios públicos y el mapa de áreas sanitarias para reclamar una solución a la Consellería de Sanidade. “El centro lleva una década soportando corrientes en las habitaciones y humedades”, alertaron también desde el grupo parlamentario AGE. La oposición invitó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a realizar una visita al hospital para conocer de primera daño su situación y necesidades.

 

 

 

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