EL PAÍS: El centro de salud del barrio de La Coma, en la localidad valenciana de Paterna, ha cerrado este miércoles porque la práctica totalidad de sus profesionales de Atención Primaria ha solicitado la baja laboral, “debido, en gran parte, a las amenazas que reciben diariamente, en alguna ocasión con armas”, y que este martes derivó en el ataque a un médico por parte de un paciente, ha denunciado el sindicato CC OO.
Desde la Consejería de Sanidad han informado que la dirección del departamento de salud Arnau Vilanova-Llíria se ha visto “obligada a paralizar” la actividad del centro de salud “ante la situación de bajas laborales de los profesionales ocasionadas por las agresiones y amenazas recibidas en los últimos días”.
“Nada más conocerse la noticia se activó el protocolo contra agresiones de la Consejería y se ofreció apoyo a los profesionales del centro”, según las mismas fuentes, que han indicado que la previsión es que La Coma pueda retomar la actividad de forma progresiva a partir de la próxima semana.
Según la Consejería, varios trabajadores del centro han solicitado la baja tras las últimas agresiones, por lo que se ha procedido a ofertar estas vacantes a través de la bolsa de trabajo.
De momento, solo se atiende la Unidad de Conductas Adictivas y el área de Salud Mental, y la atención urgente para los ciudadanos adscritos a este centro se ofrece ahora en otros centros cercanos como La Canyada, La Lloma Larga, El Clot (que además cuenta con Punto de Atención Continuada), Campamento y Santa Rita.
El centro cuenta con dos personas de seguridad y, paralelamente, se ha reforzado la vigilancia por parte de la Policía Local, según las fuentes. El sindicato CC OO ha denunciado la “falta de seguridad” que hay en este centro de salud, cuyos pacientes están siendo derivados a otros ambulatorios de la zona básica para ser atendidos.
Según explica, el centro sanitario está custodiado por dos guardias de seguridad, “algo totalmente insuficiente, ya que hacen falta otro tipo de acciones para garantizar la seguridad real de las personas trabajadoras y usuarias”.
La organización añade que las personas trabajadoras de este centro sanitario “exigen trabajar con seguridad y lamentan que la agresividad de unas personas esté perjudicando a la población de esta zona que necesita atención sanitaria en su centro más próximo”.
El sindicato exige a la Administración que se “tomen medidas para que cese de una vez por todas la violencia que sufre el personal y que está perjudicando su salud, tanto física como emocional”.
El Colegio de Médicos de Valencia ha expresado su “más enérgica condena” a la agresión sufrida este martes por un médico en este servicio “tras ser atacado por un paciente” y ha manifestado su “solidaridad y respaldo”.
“Desde esta institución no cesaremos en nuestro empeño de denunciar este tipo de incidentes, que menoscaban la salud física y mental de los médicos, y que suponen una lacra para nuestra sociedad”, subraya la entidad colegial.
Recuerda que el pasado año se registraron 25 agresiones en la provincia de Valencia, la segunda cifra más alta en la última década. “Una cifra insostenible que, además, sabemos con certeza que no alcanza a la realidad, pues muchas agresiones, ataques o amenazas no se denuncian por miedo”, aseveran.
El Colegio insta a todos los médicos a que denuncien y señala que tienen a su disposición los servicios jurídicos de la corporación para ofrecerles cobertura jurídica integral y apoyarles ante cualquier agresión sufrida, así como la Oficina de Atención Social para prestar atención psicológica en el caso que fuera requerido.
Al respecto, el portavoz de Sanidad del PPCV, José Juan Zaplana, ha afirmado que la Consejería de Sanidad “ha pasado de considerar héroe al personal sanitario a desprotegerlo y abandonarlo”. “La situación es muy grave, toda agresión es injustificable. El personal sanitario no puede estar expuesto a estas conductas y además sufrir la presión y el estrés de tener que atender hasta a 50 pacientes por jornada en Atención Primaria”, ha manifestado.
Según Zaplana, la Consejería anunció hace años que iba a realizar “un mapa de agresiones para poner freno a este tipo de actitudes” pero “se ha quedado en un anuncio del que nunca más se ha sabido”.
El sindicato CSIF ha exigido a la Generalitat que adopte “medidas urgentes” para mantener el servicio en este consultorio y ha pedido la convocatoria inmediata del Comité de Seguridad y Salud Laboral. Según afirma, los profesionales del centro de salud llevan a cabo su labor en un contexto “insoportable” debido a las continuas amenazas, intimidaciones e insultos, lo que ha llevado a numerosas bajas de personal, “con ansiedad y un ambiente de tensión constante”.
“La situación de inseguridad que se vive resulta intolerable e inaguantable”, según el CSIF, que reclama “acciones inmediatas para reabrir el consultorio” y considera que la solución “no consiste en derivar a los pacientes a otros centros de salud de Paterna, algunos de ellos ya saturados, sino en adoptar medidas urgentes que garanticen la seguridad de los profesionales y que permitan llevar a cabo la atención adecuada a la ciudadanía”.