EL PAÍS: Siguiendo la estela de la planificación de verano que iniciaron los hospitales de Cataluña con la clausura de más de 3.000 camas en agosto, el departamento de Salud echará el cierre a ocho centros de atención primaria (CAP) y reducirá las horas de otros 43 ambulatorios durante el verano. Aunque el Departamento se ha negado a especificar qué centros dejará sin servicio, sí ha confirmado que todos pertenecen a la Región Sanitaria de Barcelona (que comprende las comarcas del Barcelonès, Maresme, Vallès Oriental, Vallès Occidental, Alt Penèdes, Baix Llobregat y Garraf).
Según ha revelado el sindicato UGT, dos de los ocho centros que se clausurarán serán el de Pinetons, en el municipio de Ripollet, y el de Fontetes, en Cerdanyola. Además, los vecinos de esta comarca también verán reducida a media jornada —solo por la mañana— el horario del CAP de la Farigola. “Se trata de un nuevo atentado contra los servicios públicos y que la Generalitat pretende tapar hablando de reorganización de agendas en lugar de cierres”, ha denunciado el delegado de UGT en la federación de sanidad del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Luis de la Torre.
La Plataforma que defiende la sanidad atribuye los cierres a los recortes
Como medida de protesta, vecinos y plataformas en defensa de la salud pública se encerraron la semana pasada en el centro de la Farigola para mostrar su malestar por una medida que, consideran, es consecuencia de los recortes y de la falta de personal sustituto durante las vacaciones.
“Hace tres años esto no tendrían que haberlo hecho, pero ahora no hay personal para suplir a los sanitarios y no queda más remedio”, denuncia Inma Prat, de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Cerdanyola-Ripollet. “La gente no se da cuenta de cómo afectan los recortes en el día a día porque son los empleados de los CAPs los que están aguantando sin compartirlo con los pacientes, pero en realidad, los médicos y enfermeros están trabajando en peores condiciones y más a disgusto”, concluye la portavoz del colectivo social.
Según ha podido saber EL PAÍS, en Barcelona también se cerrará el CAP Carles I (Eixample) y el Maragall (Sant Martí) durante todo el mes de agosto. Además, en algunos ambulatorios con varias áreas básicas en el mismo edificio, cerrarán algunas plantas, como es el caso del CAP Río de Janeiro o el de Guineueta (ambos en Nou Barris).
Los trabajadores de estos centros se quejan del cúmulo de trabajo añadido que supone el cierre de los ambulatorios. “En algunos casos, los CAP dejan de concertar visitas programadas, pero el colapso se produce igual cuando se retoman las agendas al reabrir”, añade Lleuradó, que asegura que los pacientes se muestran muy molestos por los cambios. “
Los enfermos no aceptan la demora en la atención primaria”. Cada médico tiene unos 1.200 pacientes en su cupo y, durante los meses de verano, los sanitarios de los centros de atención primaria que permanecen abiertos tienen que asumir, a parte de su agenda, los enfermos que pertenecen a los compañeros de otras áreas básicas.
“Además, lo que ocurre es que como el médico no conoce al paciente —que llega derivado de otro centro—, tiene que emplear más tiempo con él, lo que satura todavía más el sistema”, concluye Lleuradó.
Como contrapartida, el Departamento de Salud insiste en que como es habitual coincidiendo con las vacaciones de verano, ha reforzado 25 áreas básicas de salud (ABS) las zonas del litoral catalán, donde se prevé una mayor afluencia ciudadana, entre turistas extranjeros y vecinos desplazados desde otras zonas de Cataluña que veranean en la playa. En total, un centenar de médicos, 88 enfermeros y 62 auxiliares conformarán la plantilla de refuerzo en cinco ABS de Terres de l’Ebre, ocho de Tarragona, 10 de Girona y una de Barcelona.