canariasahora: La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha desestimado el recurso de reposición presentado por la actual adjudicataria del servicio de hemodiálisis en los hospitales Doctor Negrín, de Gran Canaria, y Doctor José Molina Orosa, de Lanzarote, contra la concesión a la empresa Avericum, del exasesor jurídico del Servicio Canario de Salud y 'tapado' del anterior procedimiento judicializado en el caso Lifeblood, Javier Artiles Camacho.
Mediante una orden de la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, por la que se resuelve el recurso presentado por RTS Servicios de Diálisis SLU, mercantil licitadora de la multinacional alemana Baxter, la administración sanitaria canaria se opone a los argumentos de Baxter contra la oferta de Avericum, declarada en origen práticamente confidencial en su totalidad, en un informe de 40 páginas firmado por la funcionaria María Tejera González de Chávez.
Tanto el recurso de Baxter, también dirigido colateralmente a otra licitadora, Fresenius, por lo que pedía la nulidad del procedimiento, como la respuesta del Servicio Canario de Salud, se detiene en el "exceso" de confidencialidad declarado por la empresa ganadora, Avericum, a los detalles técnicos de su oferta, que ha rozado la baja temeraria.
En su respuesta a la actual adjudicataria, Sanidad admite parte de esas quejas, pero para un tipo de información declarada confidencial por Avericum que ya ha dejado de serla, tanto en sus contestaciones al recurso como en las resoluciones de adjudicación previas. El grueso de la oferta, sin embargo, sigue bajo secreto, objeto de recurso en los tribunales, como el que ya ha presentado otra licitadora, Fresenius, desde julio pasado, al que ahora se une otro de la propia Baxter, desde principios de septiembre.
El recurso de reposición de Baxter, al igual que el contencioso administrativo que también ha abierto en los tribunales de Las Palmas de Gran Canaria, cuestiona de lleno el modelo de servicio que va a ofrecer Avericum -ya lo hace en el Área Sur de Gran Canaria, a la que está adscrita la isla de Fuerteventura-, tanto a la hora de prometer un tipo de software con una tecnología de la que solo disponen multinacionales alemanas o estadounidenses como las que representan Baxter o Fresenius, o sistemas de suministros de agua de menor capacidad que sus oponentes,y todo sin repercutir en el precio de licitación, clave para que Avericum fuera elegida para el servicio.
En este sentido, Avericum oferta depósitos de 12 metros cúbicos de agua en sus locales, que aseguran solo la diálisis para 100 pacientes y se agotaría en 24 horas, frente a los 48 metros cúbicos que figuran en la propuesta de Baxter, según su oferta y recurso. Avericum, para alcanzar esas cifras que garantizarían el almacenamiento necesario durante 48 horas, como consta en los pliegos según las necesidades del servicio, mantiene que mantendrá el suministro mediante cubas de agua que trasladen la misma a sus locales. Una medida obvia de todas las licitadoras, pero a las 48 horas, alerta Baxter sobre esta deficiencia de Avericum que la Mesa de Contratación da por buena en la contestación de la nueva adjudicataria.
Y es que en sus respuestas, la empresa de Javier Artiles se limita a contestar que cumplirá con todo lo expuesto en su oferta, acorde a los pliegos del polémico concurso, y desde la Mesa de Contratación se da por válida esas contestaciones sin entrar a cuestionar el cómo, al menos de cara a la información que facilita al resto de licitadoras y público en general, remitiendo al control que el Servicio Canario de Salud ejercerá sobre la concesión mediante la creación de una comisión de seguimiento.
Aún así, la confidencialidad se mantiene sobre cuestiones clave que todas las licitadoras recurrentes consideran una indefensión jurídica para defenderse, mediante reposición o en el contencioso frente a la oferta ganadora, como los planos y memorias asistenciales de los locales donde se instalarán en Gran Canaria y Lanzarote estas unidades asistenciales. Nada se sabe de cómo son esos locales y si están preparados para acoger un servicio médico de tanta importancia como la diálisis, en el que son tratados más de trescientos pacientes de Gran Canaria y Lanzarote en los dos hospitales y unidades adjuntas de este concurso.
El concurso cuenta con un presupuesto de 35 millones de euros, cantidad muy inferior a los 124 millones de euros que se hubiese llevado en 2010 Lifeblood, empresa relacionada con una mercantil inmobiliaria implicada en uno de los pelotazos más importantes durante los gobiernos municipales del PP en Las Palmas de Gran Canaria, en el antiguo Canódromo.
La investigación judicial abierta entonces acreditó que el exasesor jurídico del Servicio de Salud, Javier Artiles, ahora ganador de este concurso, estaba detrás de Lifeblood, en un procedimiento que se prefabricó desde el propio organismo autonómico, cuyo director general era Guillermo Martinón, a quien ha fichado Artiles como gerente de Avericum.
La investigación judicial del primer concurso quedó archivada provisionalmente en 2012 a petición de la Fiscalía. Afectaba no solo a Artiles y a Martinón, también a la entonces secretaria general del Servicio Canario de Salud, Lourdes Quesada, esposa del fiscal jefe provincial de Las Palmas, Guillermo García-Panasco.