PÚBLICO: Es un hecho la capacidad de olvido del ser humano. En algunas ocasiones, se trata de un mecanismo de defensa que provoca un factor de interferencia para sustituir el recuerdo viejo por el nuevo. De manera voluntaria o inconsciente se produce ese borrado de la memoria de algunos hechos de naturaleza traumática, intentando minimizar el impacto emocional negativo.
Qué lejos queda aquel reconocimiento a los profesionales de la salud, qué pronto se apagaron los ecos de los aplausos y las manifestaciones de agradecimiento y ánimo desde los balcones. ¿Qué fue del orgullo que se expresaba respecto a "la joya de la corona", la sanidad pública en España?
Ágora Salud ya apuntaba en anteriores escritos que, si se producía ese mecanismo de amnesia y no se ponía remedio a la fragilidad mostrada por nuestro sistema sanitario, terminaríamos igual o peor. Anunciábamos la ofensiva de la sanidad privada y de los políticos facilitadores de su avance. Ya es sabido que las grandes empresas, compuestas en su accionariado por bancos y fondos de inversión, llevaban tiempo intentando reducir lo público, y la pandemia de la covid-19 presentó una buena oportunidad para hacer negocio.
Comprendiendo las dificultades iniciales en sus momentos más graves, ahora que la situación está en remisión no parece que las administraciones hayan comenzado a trabajar en la necesaria y obligada remodelación de la Atención Primaria y la salud pública.
Algunos, por el contrario, sí siguen con su programa de destrucción de lo público y señalando el camino hacia la privatización. Como la Comunidad de Madrid, que ha eliminado las limitaciones al aforo para los sectores de actividad económica y social. En cambio, los hospitales y centros de salud continúan con medidas de semi-presencialidad. Los pacientes no pueden ir con acompañantes, deben mantener la distancia de seguridad y se forman importantes colas de acceso. Mientras, en el teatro, estadios de futbol o restaurantes no existen limitaciones. Por otra parte, permanece el cierre de los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) tal vez con la intención de su futura privatización.
Sí se mantienen las magnas obras, por ineficaces que sean, con las que la soberbia de los totalitarios tiene la intención de trascender, sea cual sea el coste. El ejemplo es el Zendal. Se calcula un coste de construcción de 170 millones de euros, el triple de lo presupuestado. Y, en este momento, cada paciente tiene a su servicio 4,7 enfermeros, un médico, 3,4 técnicos auxiliares de enfermería; 1,4 celadores y le corresponde un profesional más entre técnicos de radiodiagnóstico y de laboratorio, fisioterapeutas, trabajador social, auxiliares administrativos y gobernantas. Es una barbaridad. ¿Y qué?
Necesitamos salir de esta crisis sanitaria y social con el fortalecimiento de nuestro sistema de salud público, universal, gratuito y de calidad. Sigue siendo necesario acabar con la infrafinanciación del sistema, de forma que se pueda atender las necesidades actuales y proceder al aumento de los recursos humanos. Sería un grandísimo error que no nos apresuráramos a revisar críticamente y a modernizar el sistema en su totalidad, dando la importancia que merecen la salud pública y la Atención Primaria.
Se deben solucionar las necesidades de los individuos y de la población. Se nos ha llenado la boca proclamando que en Sanidad el paciente está en el centro del sistema, cuando lo cierto es que en muchas ocasiones administraciones y profesionales lo han organizado a su conveniencia .
No se trata solo de financiación y recursos humanos. Debemos rediseñar el modelo, desburocratizar, regular, innovar y afrontar los nuevos retos. Y la población no debe olvidar. Todo lo contrario: debe tener muy presente lo vivido e identificar los mensajes que pretenden interferir y distorsionar sus recuerdos, porque si no… ¡hasta la próxima!
Firma del Post:
Enrique Ortega. Médico especialista en enfermedades infecciosas y jefe de servicio de Enfermedades Infecciosas, Emergentes e Importadas. Ha sido profesor asociado de de medicina de la Universidad de Valencia y Director Gerente del Departamento de Salud Hospital General de Valencia.