Redacción Médica: La Comunidad Valenciana cuenta, desde hoy, con una nueva Ley de Salud. El pleno del Consell ha aprobado la modificación de la anterior normativa 10/2014 sobre salud de la región para “garantizar la universalidad y apostar la gestión pública”, tal y como ha expuesto el Gobierno autonómico.
El proyecto de ley recoge como novedades la recuperación de la universalidad de la atención sanitaria y la apuesta por la gestión pública directa. Lo hace a través de dos preceptos. El primero (art. 11 bis) relacionado con la garantía de universalidad y accesibilidad en el sistema: “La Generalitat establecerá los cauces y mecanismos necesarios para garantizar las prestaciones sanitarias y de salud pública en toda la población, asegurando la accesibilidad y universalidad de todos los servicios y recursos públicos para la salud en toda la población”.
El segundo (art. 11 ter.), vinculado a la garantía de equidad y no discriminación: “La Generalitat establecerá los cauces y mecanismos necesarios para garantizar las prestaciones sanitarias y de salud pública en toda la población, estableciendo las medidas necesarias para evitar cualquier tipo de discriminación por razones de género, edad, orientación sexual, discapacidad, cultura, etnia, clase social, lugar de residencia o país de origen, y reforzando activamente las intervenciones necesarias para reducir las desigualdades en salud por cualquiera de estas razones”.
Otra de las novedades está relacionada con la apuesta por la gestión pública directa. Así, el artículo 7.3 indica que “la gestión y administración de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de protección de la salud o de atención sanitaria o sociosanitaria del Sistema Valenciano de Salud, se llevará a cabo preferentemente mediante la fórmula de gestión directa, de carácter público”.
Con ello no se excluye la colaboración con el sector privado como complemento del sector público, pero si se opta por dar preferencia a la gestión directa, por considerar esta fórmula la que ofrece mayor garantía de igualdad de acceso de la ciudadanía a los servicios y actuaciones sanitarias y de salud pública.
Salud mental
Otro de los aspectos novedosos es la incorporación de la salud mental a la ley. La reforma de la norma aborda aspectos relativos a la coordinación entre las consejerías con competencias en materia de Sanidad y en materia de Igualdad y Políticas Inclusivas para proporcionar una atención integral a la salud mental, mediante el desarrollo de programas transversales e interdisciplinares que garanticen la continuidad de cuidados y disminuyan la variabilidad entre los departamentos de salud.
El objetivo de todas las actuaciones en salud mental se orienta hacia la recuperación, inclusión social y participación activa de las personas con trastornos mentales. Además, la nueva norma se incluye un capítulo nuevo sobre la ‘Atención farmacoterapéutica integral’ con la finalidad de que todas las personas reciban atención farmacéutica de forma continua, óptima, de calidad, segura y eficiente en todos los ámbitos asistenciales y en todas las etapas del proceso farmacoterapéutico. Se trata de garantizar el acceso al tratamiento, en especial, en situaciones de vulnerabilidad.
Donación y trasplantes de órganos y células madre
La modificación de la ley incorpora también un artículo relacionado con la donación, los trasplantes de órganos y las células madre dirigido a promover las actuaciones necesarias para fomentar la donación voluntaria y gratuita de sangre, órganos, tejidos y células, incluyendo células progenitoras hematopoyéticas de sangre periférica, cordón umbilical o médula ósea de eficacia científica demostrada.
El proyecto permite la ordenación de la red pública en un nuevo ámbito territorial funcional y organizativo: las áreas supradepartamentales de salud; que serían compatibles con la división en departamentos y permite una mejor cobertura asistencial de la población, un mejor aprovechamiento de recursos públicos, generando alianzas entre los departamentos, favorecer el trabajo en red, así como acercar e integrar los distintos niveles de atención al paciente. Además, respecto a la investigación biomédica y sanitaria, se potencia la estructura de los centros de investigación con la posibilidad agruparlos en un consorcio que permita establecer alianzas para sumar recursos y poder así obtener más fondos en ayudas competitivas. También se introducen cambios al adecuar la relación laboral a la duración de los proyectos para fidelizar el talento.
A ello se suma la creación del Observatorio Valenciano de Salud, una plataforma de acceso público que incluirá información relevante sobre resultados y determinantes en salud para la población de la Comunidad Valenciana.