Cadena SER: Dos funcionarios de la Consejería de Sanidad, el jefe de contratación de obras y un técnico de apoyo, han acudido voluntariamente a la Guardia Civil, y han confesado supuestas irregularidades en la campaña publicitaria de los 8 hospitales y 57 centros de salud construidos con el plan de infraestructuras sanitarias 2004-2007 de Esperanza Aguirre. Parte de los 23 millones destinados a aquella campaña publicitaria, sirvieron para financiar al PP de Madrid, según la documentación obtenida por los investigadores.
En las actas de declaración de los testigos, a las que ha tenido acceso la SER, ambos admiten que Sanidad, en tiempos del consejero Manuel Lamela, escogió el método más caro y perjudicial para el erario público con aquellos contratos, y que había una fórmula mejor que fue desechada: el concurso público.
La trama del 1% funcionó de la siguiente forma, según los investigadores. La administración autonómica establecía que el 1% del precio total de la construcción de cada centro sanitario, debía ser destinado a publicitar el mismo. Las adjudicatarias de los hospitales, entre ellas OHL, FCC o Acciona, subcontrataban esos trabajos a dedo a las empresas que hacían las campañas electorales del PP. Sobre todo a Over Marketing, principal sospechosa de participar en la trama de financiación en negro de este partido entre 2007 y 2011.
Supuestamente, el PP no pagaba o pagaba a un precio inferior al de mercado a las empresas que le hacían la campaña electoral, que a cambio eran compensadas y pagadas con dinero público de este uno por ciento desde la Consejería de Sanidad. También había otras fórmulas de pago desveladas por la investigación, como la fundación Fundescam; subvenciones públicas; o con el dinero destinado al funcionamiento del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid entre otras.
Los dos testigos son tajantes ante la Guardia Civil. Hubiera sido mucho menos caro para la administración y más “transparente” convocar un concurso público para la campaña publicitaria de los hospitales, que destinar el 1 por ciento de cada centro sanitario, que corría a cargo de Sanidad pero que las adjudicatarias concedían a las empresas que querían. Y siempre eran las mismas. Aquellas que llevaban las campañas electorales del PP.