20minutos: En muchas consultas de médicos, se forma un muro innecesario entre los pacientes y el propio médico. Muchos pacientes se sienten poco respaldados y bastante incomprendidos por su especialista. Especialmente, en enfermedades en las que resulta difícil explicar ciertos síntomas y cuando, en muchas ocasiones las pruebas clínicas no se corresponden con lo que uno siente.
No me cabe duda de la capacidad teórica de la enfermedad de los médicos, pero cuando se trata de la comunicación entre ambos, pueden empezar los problemas. No todos los pacientes tienen la misma facilidad de describir sus síntomas, y no todos los médicos tienen la misma capacidad para escuchar y entendernos. Muchas veces, salimos de la consulta con una sensación de vacío, como si nuestra visita no hubiese existido porque no nos ha aportado nada. Incluso, tenemos la sensación de que ni siquiera nuestro propio médico nos cree porque seguramente se salga de lo habitual o de lo que él está acostumbrado a ver en otros pacientes. En la esclerosis múltiple, la comunicación, la confianza y la accesibilidad con el neurólogo son esenciales para que nos involucremos en nuestra salud.
Si nosotros preguntamos y aprendemos de todas esas conversaciones con el médico, muchas veces en base a su experiencia o a la de otros pacientes, ¿por qué no podemos nosotros, los pacientes, enseñarles sobre nuestra enfermedad si somos los que realmente la vivimos en primera persona?
Quizá nadie nos ha dado la oportunidad de ponerlo en práctica, o quizá son los médicos los que creen que no tenemos nada que explicarles.