20minutos: España invierte 2.822 euros por habitante al año en sanidad, un 20% menos que la media de la Unión Europea (3.533 euros) y casi la mitad de lo que destina Alemania (5.317 euros). Según el último informe de la OCDE, Panorama de la salud: Europa 2024, aunque España se mantiene como el país europeo con mayor esperanza de vida, sigue presentando ciertas deficiencias en términos de inversión o la garantía de algunas prestaciones, como la salud bucodental, que solo está cubierta al 2% por el Estado, frente al 35% de la media comunitaria.
El documento publicado este lunes evidencia una infrainversión en la sanidad española, con un gasto público muy por debajo del promedio europeo (74% frente al 81% de la media de la UE), lo que fuerza a los españoles a tener que pagar directamente de sus bolsillos el 19% de los servicios (frente al 15% de la media europea). Un gasto que es especialmente importante a la hora de ir al dentista o en lo que respecta a la compra de gafas y audífonos. De hecho, en Europa solo tres países cubren más del 60% del gasto dental (Croacia, Alemania y Francia), mientras la cobertura de los gastos odontológicos es mucho más limitada en el resto de Estados, que suelen restringir las prestaciones o tratamientos a grupos de edad específicos.
Lo mismo ocurre con los aparatos terapéuticos, como las gafas, lentillas, audífonos o sillas de ruedas. El Estado solo cubre el 3% de esas prestaciones médicas en España, cuando la media europea se sitúa en el 37% y hay países en los que esa cobertura es significativamente superior. Es el caso de Islandia (82%) o Francia y Malta (69%, respectivamente).
Así, por tipo de servicios, el sistema sanitario español destaca sobre todo por la inversión en la atención hospitalaria, superior en comparación con el resto de países analizados (el 45% del gasto total es hospitalario, frente al 37% de la media de la UE). También es ligeramente superior el gasto en medicamentos y bienes médicos (20% frente al 17% de Europa); y en cuanto a la atención primaria, se mantiene en niveles europeos (el 24% del gasto total, que en la UE es del 25%). La inversión, sin embargo, es inferior en el sector de la dependencia (España destina un 5% de su gasto a los cuidados de larga duración); en prevención (un 3%); o a los servicios administrativos (3%).
Además, España es el octavo país con menos enfermeras por habitante (6,2 por 1.000, frente al 8,4 de la UE) pero, a su vez, con un número de médicos por población superior a la media (4,3 por cada 1.0000 habitantes en 2022 frente a los 4,2 de la UE). Por otro lado, más de uno de cada tres médicos y enfermeros superan los 55 años, y la OCDE advierte de que el ritmo al que salen actualmente los estudiantes de las universidades no es suficiente para cubrir las necesidades del sistema sanitario.
Aun así, los españoles son los que tienen una mayor esperanza de vida de todos los países de la UE (84 años), aunque el organismo internacional señala que a partir de los 65 años la calidad de vida disminuye significativamente por el aumento de las enfermedades crónicas y de la aparición de algún tipo de discapacidad: seis de cada diez españoles se ven marcados por problemas de salud una vez cumplen los 65 años. En ese contexto, el informe prevé que para 2050, al menos un tercio de la población tenga más de 65 años en España, que es el cuarto más envejecido, solo superado por Italia, Portugal y Grecia.
El informe señala también un "deterioro" de la salud física y mental de los adolescentes. Según la organización, la proporción de los jóvenes europeos de 15 años que declara dolencias de salud aumentó del 42% en 2017-2018 al 52% en 2021-2022, principalmente por el impacto de las restricciones durante la pandemia, un mayor "uso problemático" de Internet y las redes sociales y una mayor exposición al ciberacoso. "El impacto de las redes sociales y del tiempo excesivo frente a la pantalla en la salud mental de las personas, especialmente entre los jóvenes, justifica una estrecha vigilancia", insta el documento.