Cadena SER: Que nadie se alarme, si se muere más en los hospitales españoles no es porque la atención sea peor, es porque hay una serie de factores que están generando esta situación, aquí explicamos cuáles.
Si cogemos la foto fija de la España del ‘2013’, podemos observar que en ese año más del 36% de los españoles tenían entre 50 y 85 años (o más) – según datos del INE-. Estamos hablando casi 17 millones de españoles en lo alto de la pirámide. Y es ahí, en el imparable envejecimiento de la población española donde podemos encontrar uno los factores que explicaría el incremento de la mortalidad hospitalaria. Pero hay más. Antes, comencemos por los datos.
Según el informe ‘Indicadores hospitalarios 2002-2013’, realizado y publicado por el Ministerio de Sanidad, durante 2002 el sistema público registró 143.010 altas por fallecimiento, es decir, murieron más de 143 mil personas en alguno de los 764 hospitales públicos que tenemos en España (tanto de agudos, como de salud mental y de media o larga estancia). Doce años después, en 2013, el número de pacientes fallecidos fue de 171.652, es decir, un 20% más.
Estos datos lo que demuestran es que “está cambiando el perfil de los pacientes atendidos”, según anticipa la Jefa del Área de Información y Estadísticas Asistenciales del Ministerio de Sanidad, María Ángeles Gogorcena, que ha participado en la elaboración de este informe. Como ya hemos avanzado antes, el primer factor para entender estos datos está en la edad, “en el envejecimiento de la población que se hospitaliza”. La prueba es que en 2002, la edad media de los pacientes fallecidos era de 72 años, y en 2013, ha subido hasta los 76 años.
Otro de los motivos que explicaría esta tendencia es “el desplazamiento de los casos menos complejos al ámbito ambulatorio”, es decir, ahora “los pacientes ingresados [en los hospitales], concentran los casos más complejos”, con lo cual el riesgo de morir es mayor. Curiosamente, en los datos del Ministerio de Sanidad se puede observar que en 2002 la mayoría de las muertes (el 10%) se producían por tumores, mientras que en 2013, el principal motivo por el que fallecían los pacientes se debió a las enfermedades infecciosas y parasitarias (19%).
Por cada 100 altas, hubo 4 fallecimientos
Hasta ahora, solo hemos dado los datos absolutos, pero los técnicos del Ministerio de Sanidad también han trabajado en contextualizar esa información. Han cruzado la proporción de altas por fallecimiento con el total de altas, “así es como se puede cuantificar la mortalidad intrahospitalaria”, según se explica en este informe con los datos recogidos por el Sistema de Información de Atención Especializada (SIAE).
Gracias a esa información se puede comparar la tasa de la mortalidad hospitalaria a lo largo del tiempo. Y en este caso, también crece. Por ejemplo, en 2002, se produjeron 3,86 muertes por cada 100 altas hospitalarias, frente a las 4,31 que se produjeron en 2013.
Estas cifras son casi el doble que en el sector privado - durante toda la serie histórica desde 2002-. “Esta diferencia puede estar explicada por el mayor volumen y concentración de oferta de servicios de alta complejidad y servicios críticos, y a una mayor complejidad media de la casuística atendida en el Sistema Nacional de Salud frente a la atendida mayoritariamente en el sector privado”.
Detrás de este auge la mortalidad hospitalaria se descarta que estén las infecciones nosocomiales - es decir, las infecciones contraídas durante la estancia en el hospital-. Esas infecciones no son parte del problema, porque según el Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (EPINE), se han ido reduciendo con el paso de los años. Si en el año 2002, el 6’5% de los pacientes que participaron en el estudio EPINE adquirieron una infección en el hospital, doce años despúes fue el 5’6% – en 2015, el sistema de Monitorización y Evaluación de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria registró 4.608 pacientes con una infección nosocomial-.