Barcelona: encierro en el Sant Pau

EL PAÍS: Los empleados lo llaman “encierro activo”: “Nos turnaremos e intentaremos estar el máximo número de horas cuando no tengamos que atender a nadie, porque los pacientes no tienen la culpa”. Como Celia González, enfermera, alrededor de 200 trabajadores del hospital barcelonés de Sant Pau han iniciado esta mañana una acampada indefinida en el vestíbulo del centro sanitario en protesta por los recortes sanitarios que, en el caso de Cataluña, se aplican desde hace tres años. La supresión de la paga de Navidad de este año ha sido la puntilla para que, desde esta mañana, una decena de tiendas de campaña y una mesa de recogida de firmas den la bienvenida a todo visitante nada más cruzar la puerta de entrada.


"Si en otras comunidades están encontrando 'soluciones imaginativas' para que no se elimine la paga de Navidad, no entendemos por qué la dirección del Sant Pau no puede hacer lo mismo", comenta Eduard Lucas, miembro del comité de empresa y encargado de decorar el vestíbulo con una inmensa pancarta con un abeto navideño y unos paquetes en los que, en lugar de regalos, hay tijeras y recortes. La directiva mantuvo ayer una reunión con el comité de empresa en la que se confirmó la supresión de la paga extraordinaria. "Ahora estamos focalizándolo en la paga extraordinaria, pero tenemos muchísimos más problemas". Lucas, muy crítico con la controvertida gestión del hospital por parte de sus tres fundaciones, asegura llevar sufriendo "recortes de salario y de derechos sociales desde junio de 2010".

El comité de empresa denuncia que la saturación del servicio de urgencias y el aumento de las listas de espera, fruto del cierre de 84 camas en abril del año pasado.También, aseguran, se están sufriendo recortes en el servicio de quirófanos por la tarde (donde se practican 713 intervenciones menos al año), en la farmacia hospitalaria, en la oferta de prótesis, y en la actividad en las secciones de Radioterapia, Radiología, Medicina Nuclear y Hemodinámica.

La presidenta de la Asociación Profesional de Enfermeras (API-Fapic) y miembro del comité del Sant Pau, Angels Sabaté, asegura que la acampada cuenta con el visto bueno de todos los representantes sindicales y con el apoyo de las asociaciones de vecinos de la zona. Sabaté cuantifica en entre 4 y 5 millones de euros el dinero que el centro se ahorra con la supresión de la paga de los alrededor de los 3.500 empleados del centro. El comité tiene la intención de continuar con el encierro una vez superada la navidad y se reunirá asambleariamente cada día para decidir qué nuevas medidas llevarán a cabo. 

 

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