elDiario.es: Reparos entre el sector sanitario andaluz presente en la mesa sectorial con respecto al plan de la Junta de Andalucía de ampliar los contratos de los 12.000 profesionales de refuerzo que aún quedan de la etapa de la pandemia frente a la Covid-19. UGT, CCOO, CSIF, Satse y Sindicato Médico acogen con moderado optimismo la medida de la Junta en cuanto a prolongar sus vinculaciones, pero señalan diferentes aspectos a mejorar que confluyen en una idea: el objetivo ha de ser estabilizar a este personal porque falta plantilla en el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Lo cierto es que los 12.000 sanitarios -cerca de un millar de médicos y 11.000 trabajadores de diferentes categorías- que acababan contrato en Andalucía el próximo 31 de diciembre, podrán seguir vinculados a los hospitales y centros de salud de la comunidad al menos unos meses más. Siempre y cuando decidan aceptar prorrogar de nuevo sus vinculaciones, la Consejería de Salud se ha comprometido con los sindicatos de la mesa sectorial a ofrecer renovaciones por seis meses y un año dependiendo de la categoría profesional. En principio, serán contrataciones de bolsa y dejarán de estar ligadas a la pandemia. No obstante, en el sector existen dudas sobre este anuncio.
No se duda del hecho de que se vaya a renovar a la mayoría de profesionales que tenían sus contratos en el aire, sino de cómo y a quiénes se les va a ofrecer según qué vinculaciones. Si bien el Ejecutivo regional habla de dos modalidades que se resumen en un año más de prórroga para casi un millar de médicos y seis meses para el resto de los refuerzos, sindicatos como UGT niegan que esto esté tan claro. Uno de sus portavoces, Antonio Macías, afirma que o bien la Consejería de Salud o bien el SAS “mienten”. Y mienten porque “la información que dan es tan oscura y falta de transparencia que realmente no se sabe cuántos son de un año y en qué servicios y qué categorías”.
“Por otro lado, eso de al resto seis meses es una falacia porque el plan que ellos mismos han presentado habla de contratos de uno, dos, cuatro y seis meses, pero ni dónde ni en qué categorías”. Para el portavoz de UGT esta situación se arreglaría con un poco de “transparencia”, aunque asume que si esto ocurriese quizá “se desvelarían las trampas que hacen y que esos 12.000 en realidad se quedan en muchos menos”. Tan tajante se muestra el sindicalista que ve en esta decisión “un motivo más para seguir en la calle protestando en defensa de la sanidad pública, están engañando a los profesionales y usuarios y lo hacen con total impunidad”.
En una línea parecida se manifiestan en CCOO. Además de no descartar posibles movilizaciones para que se estabilicen a los 12.000 profesionales que ahora se van a renovar por diferentes periodos, Guadalupe González, responsable de acción sindical de esta organización, califica de “indignantes” las declaraciones del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, en las que anuncia la renovación de estos contratos de refuerzo. “No es verdad que se vayan a renovar todos esos puestos de trabajo”. Dice que estas prolongaciones van a quedar supeditadas a varios factores.
“Van a depender de la disponibilidad presupuestaria de cada centro para firmar sustituciones, de la posibilidad de que queden incluidos en programas Covid o de alta frecuentación y que dependiendo de la categoría, solo se van a ofrecer renovaciones de seis meses. Incluso hay categorías que solo podrán renovar un mes”. Guadalupe González recuerda que Moreno Bonilla prometió en 2021 que estabilizaría con interinidades a 10.000 de estos 12.000 profesionales. “Además, cabe recordar que estos refuerzos no se realizaron por la pandemia, sino que, al menos 10.000 de ellos, venían siendo previos. Eran los mal llamados contratos estructurales”.
Desde CSIF celebran que se haya resuelto el futuro profesional de estos trabajadores, pero insisten en la idea de que se estabilicen sus vinculaciones. Según su portavoz, Victorino Girela, no se han negociado los términos de esta resolución con los sindicatos, por lo que ha habido “falta de transparencia”. “Desconocemos el número, categorías y duración de lo que se va a contratar”, dice Girela. Para el portavoz sindical lo que está sucediendo es que el SAS está “jugando” con las palabras “ya que se trata de contratos que se irán incorporando paulatina y progresivamente, a partir de la segunda o tercera semana de enero próximo, y además ello dependerá de las necesidades que demanden las direcciones de los centros, que forman parte de la propia Administración”.
Es decir, no se sabe cuántos de estos profesionales podrán tener continuidad en la sanidad pública de Andalucía ni qué categorías se verán más beneficiadas. Mucho más duro, Girela cree que la Junta de Andalucía está utilizando una estrategia de contratos para vender una realidad que no saben si será cierta: “Aprovechan las contrataciones propias de esta época del año (cobertura de vacaciones, permisos, alta frecuentación por Gripe y ajustes de jornada...) para vender una gran oferta de contratos, cuando la realidad es que no son estructurales en la inmensa mayoría de los casos, y además dan continuidad a una situación de provisionalidad sin garantías de continuidad”.
En cuanto a la estabilización de estos profesionales dentro del SAS, todos los sindicatos coinciden en esa misma idea ya que de la sanidad andaluza actualmente cuenta con algo más de 100.000 trabajadores, pero son insuficientes para una población de algo más de 8,4 millones de personas. “Se contratarán los 959 médicos por un año y el resto de categorías (unos 11.000 profesionales) por seis meses, pero siguen siendo eventuales, cuando realmente deberían convertirse en plantilla estructural, y aún así nos faltarían entre 18.000 y 20.000 trabajadores adicionales para acercarnos a las ratios para una más adecuada asistencia sanitaria”, denuncia Girela.
Mientras, los dos sindicatos profesionales, Satse y Sindicato Médico, apuntan a la necesidad de reforzar las vinculaciones de sus categorías. En concreto, José Sánchez, portavoz de las enfermeras, dice no entender por qué no se les ofrece a ellas renovaciones de un año: “Suponen el 50% de los contratados y el 20% de la plantilla”. “Antes de la pandemia ya estaban contratados muchos de ellos porque hacían falta. Satse recuerda que Andalucía tiene la ratio más baja de España en cuanto a enfermeras por cada 1.000 habitantes, por lo que pide que no sea un año sino que estos contratos se conviertan en plantilla del SAS”.
Según José Sánchez, “se ha demostrado con creces que hacen falta”. Alude a una “falta de sensibilidad” hacia los andaluces que no se trate por igual a las enfermeras y recuerda que se puede reproducir una nueva fuga de sus profesionales de enfermería a otras comunidades que ofrecen contratos más largos. “Ya ocurrió esto cuando, el pasado año, no se renovó a 8.000 de los 20.000 profesionales de refuerzo Covid iniciales y hubo comunidades que vinieron a Andalucía a contratar enfermeras no renovadas y ofreciendo contratos de más larga duración”.
Menos beligerante y algo más complaciente se muestra Rafael Carrasco, portavoz del Sindicato Médico Andaluz (SMA). No obstante, los únicos contratos de un año que va a ofrecer el SAS son precisamente los de alrededor de mil galenos, por lo que esta sección sindical muestra algo más de satisfacción que el resto. “Es absolutamente necesario renovar a todos los médicos con contratos largos ya que existe una evidente escasez de médicos en Andalucía”, dice Carrasco. “Creemos que son pocos pero consideramos que su renovación era necesaria. Ojalá tengamos más contrataciones y con mejores condiciones en breve”.
Por último, la Marea Blanca de Andalucía, que aglutina a sanitarios y asociaciones civiles relacionadas con la sanidad pública, sigue la senda de la mayoría de sindicatos en tomar como positiva la renovación, pero no así la falta de estabilización del personal. Recuerdan que hubo 20.000 contratos de refuerzo de los que se despidieron 8.000 el año pasado, por lo que siguen faltando profesionales. “Volvemos a insistir entonces en la necesidad de dimensionar la plantilla estructural teniendo en cuenta las demandas sociales, la realidad sanitaria y la solución de los problemas que hay que abordar”.