PÚBLICO: El Hospital General Universitario Gregorio Marañón sufre un colapso crónico de sus servicios de urgencias. Pacientes y trabajadores de este centro madrileño ubicado en el barrio de Retiro comprueban cómo la saturación es sistemática mientras que el Gobierno de la Comunidad de Madrid lo asume como un evento habitual de la sanidad pública. Además, todo en un contexto de incertidumbre ante la séptima ola de covid.
Durante los meses de verano se normaliza la falta de medios y de camas, dado que las comunidades no sustituyen a la totalidad de trabajadores que se van de vacaciones. Madrid, de hecho, es la región que más camas ha cerrado este verano: 1.800, las mismas que la suma de otras nueve comunidades autónomas. En total, en España se van a cerrar más camas este verano que en años previos a la pandemia.
El Gregorio Marañón cerrará durante estos meses 197 camas, en torno a un 20% del total, según fuentes sindicales que están presentes en el hospital. La dirección del hospital no ha facilitado a Público el dato, pese a haberlo solicitado. Este panorama genera fuertes carencias, y según ha podido confirmar este periódico, este miércoles había 85 personas en Urgencias pendientes de ser subidos a planta. 85 pacientes estancados sin ser derivados porque no hay camas para todos.
Por Comunidad Autónoma